Una gran parte de la obra de Héctor Garrido está vinculada al medio ambiente. Durante toda su vida ha profesado gran respeto por la naturaleza que nos rodea y durante más de veinticinco años ha trabajado y vivido en Doñana, uno de los Parques Nacionales de mayor importancia de Europa, dedicado a la fotografía y a la observación de la naturaleza. Ha recorrido los cinco continentes del Planeta acompañando expediciones científicas y completando su propia búsqueda personal. Para Garrido, somos uno con la naturaleza.
Había soñado hacer una fotografía en que la Luna fuera como un enorme huevo en un nido de cigüeñas para jugar con todas las simbologías que eso encierra y elegí este nido aislado, cuyo horizonte hacia el Este era el enorme llano de la marisma. Aguardé hasta el día en que coincidiera la salida de la luna con el ocaso y calculé la posición donde debía aguardar el momento preciso en que la Luna estuviera en el nido. Y justo entonces una de las cigüeñas comenzó a revolotear dando la sensación de ir acecharse a incubar sobre un enorme huevo: la Luna.
Héctor Garrido